sábado, 25 de octubre de 2008

En posición fetal - Glantz

“Cuando duermes sola no te quitas toda la ropa interior; si estás desnuda, el simple contacto con la sábana te eriza, necesitas algo que te proteja del contacto directo con la ropa de cama. Si estás totalmente desnuda es irremediable que te excites y entonces te pones boca arriba, flexionas tus rodillas y con furia controlada te frotas los pezones, al tiempo que colocas tu dedo índice dentro del clítoris, lo mueves rítmicamente, cuidas de que los pezones estén siempre erectos, casi dolorosos: para ello hay que alternar las manos, la mano izquierda en un pezón y un dedo de la mano derecha en el clítoris, o la mano derecha en el otro pezón (…) y la mano izquierda en el sexo. (…)
Claro, lo mejor sería que él te masturbase, así, aunque lleves puesta la ropa interior, podría, claro, ¿por qué no? hacerlo, meter su dedo índice en tu vagina y hacer que suba tu deseo, luego él te quitaría la ropa para besarte como lo hace a menudo (…)
Pero estás sola, es mejor que conserves la compostura, que mantengas puesta tu ropa interior, que duermas de lado, en posición fetal, con las piernas encogidas, más bien flexionadas, cuidadosamente flexionadas para no dañar tu columna vertebral.”


Apariciones
Margo Glantz

Recomendación

Cuentos voluptuosos

  • Café brazil - Tanja Dückers
  • La huida - Anaïs Nin
  • Lina - Anaïs Nin
  • Rito - Juan García Ponce
  • Tu más profunda piel - Julio Cortázar

La literatura en el cine

Cine sexualmente cómico