lunes, 28 de diciembre de 2009

sábado, 26 de diciembre de 2009

jueves, 24 de diciembre de 2009

martes, 22 de diciembre de 2009

domingo, 20 de diciembre de 2009

viernes, 18 de diciembre de 2009

lunes, 14 de diciembre de 2009

sábado, 12 de diciembre de 2009

jueves, 10 de diciembre de 2009

martes, 8 de diciembre de 2009

domingo, 6 de diciembre de 2009

viernes, 4 de diciembre de 2009

miércoles, 2 de diciembre de 2009

lunes, 30 de noviembre de 2009

sábado, 28 de noviembre de 2009

jueves, 26 de noviembre de 2009

martes, 24 de noviembre de 2009

domingo, 22 de noviembre de 2009

viernes, 20 de noviembre de 2009

lunes, 16 de noviembre de 2009

sábado, 14 de noviembre de 2009

jueves, 12 de noviembre de 2009

martes, 10 de noviembre de 2009

domingo, 8 de noviembre de 2009

viernes, 6 de noviembre de 2009

miércoles, 4 de noviembre de 2009

lunes, 2 de noviembre de 2009

viernes, 30 de octubre de 2009

miércoles, 28 de octubre de 2009

Dos-cientos + veinte + uno

El baño - Julio Herrera y Reissig

Entre sauces que velan una anciana casuca,
donde se desvistieron devorando la risa,
hacia el lago, Foloe, Safo y Cores, deprisa
se adelantan en medio de la tarde caduca.

Atreve un pie Foloe, bautízase la nuca
y ante el espejo de ámbar arróbase indecisa;
meneando el talle, Safo respinga su camisa
y corre, mientras Ceres gatea y se acurruca...

Después de agrias posturas y esperezos felinos,
gimiendo un ¡ay! glorioso se abrazan a las ondas,
que críspanse con lúbricos espasmos masculinos...

Mientras, ante el misterio de sus gracias redondas,
Loth, Febo y David, púdicos tanto como ladinos,
las contemplan y pálidos huyen entre las frondas

____________________________El baño
____________________________Julio Herrera y Reissig

lunes, 26 de octubre de 2009

Dos-cientos + veinte

Chouetten- Manuel Machado

En cualquier parte hay un espejo,
un poco de agua clara y un peine. Y si la nena
es bonita, ¡ya esta! La noche pasa,
y el nuevo día llega.
Y no se te conoce
la batalla de amor ni a ti ni a ella.

Y luego, son dos vidas
separadas, ajenas,
dos mundos. Tú, al trabajo
cotidiano, a la eterna
lucha, pequeña o grande, cosas de hombre
archisabidas... Ella,
a dormir ya esperar la noche. Y viene
la noche, y la despierta.

_______________________Chouetten
_______________________Manuel Machado

sábado, 24 de octubre de 2009

Dos-cientos + diez + nueve

Desnudos De Mujer - Manuel Machado

¡Oh la dorada carne triunfadora
de esta gentil madona veneciana,
que ha sido Venus, Dánae, Diana,
Eva, Polymnia, Cipris y Pandora!…

¡Oh gloria de los ojos, golosina
eterna del mirar, dulce y fecunda
carne de la mujer, suave y jocunda,
madre del Arte y del vivir divina!

Húmedos labios a besar mil veces…
Líneas de lujuriantes morbideces
que el veneciano sol dora y estuca…

¡Oh el delicioso seno torneado!…
¡Oh el cabello de oro ensortijado
en el divino arranque de la nuca!


______________________Desnudos De Mujer
______________________Manuel Machado

jueves, 22 de octubre de 2009

Dos-cientos + diez + ocho

Oceánida - Leopoldo Lugones

El mar, lleno de urgencias masculinas,
bramaba en derredor de tu cintura,
y como un brazo colosal, la oscura
ribera te amparaba. En tus retinas,

y en tus cabellos, y en tu astral blancura
rieló con decadencias opalinas
esa luz de las tardes mortecinas
que en el agua pacífica perdura.

Palpitando a los ritmos de tu seno
hinchóse en una ola el mar sereno;
para hundirte en sus vértigos felinos

su voz te dijo una caricia vaga,
y al penetrar entre tus muslos finos
la onda se aguzó como una daga.

_____________________Oceánida
_____________________Leopoldo Lugones

martes, 20 de octubre de 2009

Dos-cientos + diez + siete

Venus victa - Venus victa

Pidiéndome la muerte, tus collares
desprendiste con trágica alegría
y en su pompa fluvial la pedrería
se ensangrentó de púrpuras solares.


Sobre tus bizantinos alamares
gusté infinitamente tu agonía,
a la hora en que el crepúsculo surgía
como un vago jardín tras de los mares.


Cincelada por mi estro, fuiste bloque
sepulcral, en tu lecho de difunta;
y cuando por tu seno entró el estoque


con argucia feroz su hilo de hielo,
brotó un clavel bajo su fina punta
en tu negro jubón de terciopelo.

__________________Venus victa
__________________Leopoldo Lugones

domingo, 18 de octubre de 2009

Dos-cientos + diez + seis

Rosa de Belial - Ramon del Valle-Inclan

Soy aquel amante
que nunca se muestra,
muda en cada instante
mi sombra siniestra.

Con el viento llego,
y paso con él,
soy rojo lostrego
del Ángel Luzbel.

Mi sombra nocturna
hace en ti guarida,
mi larva soturna
te goza dormida.

A tu lindo ceño
llevo la obsesión,
en tu blanco sueño
soy la Tentación.

Soy aquel amante
que la voz no nombra,
mi sombra va errante
en pos de tu sombra.

¡Turbulenta avispa
que vuela en tu flor,
soy la roja chispa
del yunque de Thor!

De tu clara frente
me oculto en el muro,
como la serpiente
del enigma oscuro.

Soy en tu conciencia
la interrogación
a la triste ciencia
del rey Salomón.

Sobre tu blancura,
paloma benigna,
de mi mordedura
dejaré el estigma.

El pecado encarna
mi testa. El laurel
del mundo es mi llama,
soy luz de Luzbel.

Mi frente sañuda
sostiene el abismo,
el tiempo me muda,
y soy siempre el mismo.

Cabalgo en el viento,
con el viento voy,
ya tu pensamiento
mi forma le doy.

Profano lascivo
tu virgen entraña,
soy el negro chivo
y tú mi montaña.

Apaga mi aliento
tu roca de luz,
está su cimiento
sobre mi testuz.

Soy el negro dueño
de la abracadabra,
y trisca en tu sueño
mi pata de cabra.

Como el enemigo
en tu sueño estoy,
te gozas conmigo...
¡Soy el que no Soy!


______________________Ramon del Valle-Inclan
______________________Rosa de Belial

viernes, 16 de octubre de 2009

Dos-cientos + diez + cinco

Otra Estirpe - Delmira Agustini

Eros, yo quiero guiarte, Padre ciego...
pido a tus manos todopoderosas,
su cuerpo excelso derramado en fuego
sobre mi cuerpo desmayado en rosas!

La eléctrica corola que hoy despliego
brinda el nectario de un jardín de Esposas;
para sus buitres en mi carne entrego
todo un enjambre de palomas rosas!

Da a las dos sierpes de su abrazo, crueles,
mi gran tallo febril... Absintio, mieles,
viérteme de sus venas, de su boca...

¡Así tendida, soy un surco ardiente,
donde puede nutrirse la simiente,
de otra Estirpe, sublimemente loca!

_______________Otra Estirpe
_______________Delmira Agustini

miércoles, 14 de octubre de 2009

Dos-cientos + diez + cuatro

Serpentina - Delmira Agustini

En mis sueños de amor, ¡yo soy serpiente!
gliso y ondulo como una corriente;
dos píldoras de insomnio y de hipnotismo
son mis ojos; la punta del encanto
es mi lengua... ¡y atraigo con mi llanto!
soy un pomo de abismo.

Mi cuerpo es una cinta de delicia,
glisa y ondula como una caricia...

Y en mis sueños de odio ¡soy serpiente!
mi lengua es una venenosa fuente;
mi testa es la luzbélica diadema,
haz de la muerte, en un fatal soslayo
son mis pupilas; y mi cuerpo en gema
¡es la vaina del rayo!

Si así sueño mi carne, así es mi mente:
un cuerpo largo, largo, de serpiente,
vibrando eterna, ¡voluptuosamente!

Tu amor, esclavo, es como un sol muy fuerte:
jardinero de oro de la vida,
jardinero de fuego de la muerte
en el carmen fecundo de mi vida.

Pico de cuervo con olor de rosas,
aguijón enmelado de delicias
tu lengua es. Tus manos misteriosas
son garras enguantadas de caricias.

Tus ojos son mis medianoches crueles,
panales negros de malditas mieles
que se desangran en la acerbidad;

crisálida de un vuelo del futuro,
es tu brazo magnífico y oscuro,
torre embrujada de mi soledad.

_________________________Serpentina
_________________________Delmira Agustini

lunes, 12 de octubre de 2009

Dos-cientos + diez + tres

El intruso - Delmira Agustini

Amor, la noche estaba trágica y sollozante
cuando tu llave de oro cantó en mi cerradura;
luego, la puerta abierta sobre la sombra helante,
tu forma fue una mancha de luz y de blancura.

Todo aquí lo alumbraron tus ojos de diamante;
bebieron en mi copa tus labios de frescura;
y descansó en mi almohada tu cabeza fragante;
me encantó tu descaro y adoré tu locura.

¡Y hoy río si tú ríes, y canto si tú cantas;
y si duermes, duermo como un perro a tus plantas!
¡Hoy llevo hasta en mi sombra tu olor de primavera;

y tiemblo si tu mano toca la cerradura;
y bendigo la noche sollozante y oscura
que floreció en mi vida tu boca tempranera!

____________________________El intruso
____________________________Delmira Agustini

sábado, 10 de octubre de 2009

Dos-cientos + diez + dos

Vigilia y sueño - Salvador Díaz Mirón

La moza lucha con el mancebo
-su prometido y hermoso efebo-
y vence a costa de un traje nuevo.

Y huye sin mancha ni deterioro
en la pureza y en el decoro,
y es un gran lirio de nieve y oro.

Y entre la sombra solemne y bruna,
yerra en el mate jardín, cual una
visión compuesta de aroma y luna.

Y gana el cuarto, y ante un espejo,
y con orgullo de amargo dejo,
cambia sonrisas con un reflejo.


Y echa cerrojos, y se desnuda,
y al catre asciende blanca y velluda,
y aún desvestida se quema y suda.

Y a mal pabilo, tras corto ruego,
sopla y apaga la flor de fuego,
y a la negrura pide sosiego.


Y duerme a poco. Y en un espanto,
y en una lumbre, y en un encanto,
forja un suceso digno de un canto.

¡Sueña que yace sujeta y sola
en un celaje que se arrebola,
y que un querube llega y la viola!


__________________________Vigilia y sueño
__________________________Salvador Díaz Mirón

jueves, 8 de octubre de 2009

Dos-cientos + diez + uno

José Martí - Pomona

¡Oh ritmo de la carne, oh melodía,
oh licor vigorante, oh filtro dulce
de la hechicera forma! ¡No hay milagro
en el cuento de Lázaro, si Ceisto
llevó a su tumba una mujer hermosa!

¿Qué soy, quién es, sino Memnón en donde
toda la luz del Universo canta,
y cauce humilde en el que van revueltas
las eternas corrientes de la vida?

Iba, como arroyuelo que cansado
de regar plantas ásperas fenece,
y, de amor por el noble sol transido,
a su fuego con gozo se evapora;

iba, cual jarra que el licor ligero
en el fermento rompe,
y en silenciosos hilos abandona;

iba, cual gladiador que sin combate
del incólume escudo ampara el rostro
y el cuerpo rinde en la ignorada arena.

...¡Y súbito, las fuerzas juveniles
de un nuevo amor, el pecho rebosante
hinchan y embargan, el cansado brío
arde otra vez, y puebla el aire sano
música suave y blando olor de mieles!

Porque hasta mí los brazos olorosos
en armónico gesto alzó Pomona.


__________________________Pomona
__________________________José Martí

martes, 6 de octubre de 2009

Dos-cientos + diez

Rima XXIX - Gustavo Adolfo Bécquer

La bocca mi baciò tutto tremante.

Dante, Commedia, Inf., V., 136.


Sobre la falda tenía
el libro abierto;
en mi mejilla tocaban
sus rizos negros;
no veíamos letras
ninguno creo;
mas guardábamos ambos
hondo silencio.
¿Cuánto duró? Ni aun entonces
pude saberlo.
Sólo sé que no se oía
más que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco.
Sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo,
y nuestros ojos se hallaron
¡y sonó un beso!

*

Creación de Dante era el libro;
era su Infierno.
Cuando a él bajamos los ojos,
yo dije trémulo:
—¿Comprendes ya que un poema
cabe en un verso?
Y ella respondió encendida:
—¡Ya lo comprendo!

________________________Rima XXIX
________________________Gustavo Adolfo Bécquer

domingo, 4 de octubre de 2009

Dos-cientos + nueve

Rima XVIII - Gustavo Adolfo Bécquer

Fatigada del baile,
encendido el color, breve el aliento,
apoyada en mi brazo,
del salón se detuvo en un extremo.

Entre la leve gasa
que levantaba el palpitante seno,
una flor se mecía
en compasado y dulce movimiento.

Como en cuna de nácar
que empuja el mar y que acaricia el céfiro,
tal vez allí dormía
al soplo de sus labios entreabiertos.

¡Oh, quién así? pensaba?
dejar pudiera deslizarse el tiempo!
¡Oh, si las flores duermen,
qué dulcísimo sueño!

viernes, 2 de octubre de 2009

Dos-cientos + ocho

El ojo de la llave (parte II) - Ramón de Campoamor

II. A los treinta años

Mas, quince años después, Rosa ya sabe
con ciencia harto precoz
que el mirar por el ojo de la llave
es un crimen atroz.
Una noche de abril, a un hombre espera:
la humedad y el calor
siempre son en la ardiente primavera
cómplices del amor.
Húmeda noche tras caliente día...
Rosa aguarda febril.
¡Cuánta virtud sobre la tierra habría
si no fuera el abril!
Y como ella ya sabe lo que sabe,
después que el hombre entró,
de hacia el frente del ojo de la llave
cual de un espectro huyó.
y cuando al lado de él, junto a él sentada,
en mudo frenesí
se hablan ambos de amor sin decir nada,
Rosa prorrumpe así:
«¿El ojo de la llave está cerrado?
¡Ay, hija de mi amor!
Si ella mirase, como yo he mirado...
Voy a cerrar mejor.»


_______________________El ojo de la llave (parte II)
_______________________ Ramón de Campoamor

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Dos-cientos + siete

El ojo de la llave (parte I) - Ramón de Campoamor

El ojo de la llave

_______ No te ocupes de cosas ajenas ni
________te entremetas en las cosas de los mayores
__________________________ Kempis, lib. XI.I

I. A los quince años

Dos hablan dentro muy quedo;
Rosa, que a espiar comienza,
oye lo que le da miedo,
ve lo que le da vergüenza.
Pues ¿qué hará, que así la espanta,
su amiga, a quien cree una santa?
No sé qué le da sonrojo,
mas... debe ser algo grave
por el ojo,
por el ojo de la llave.

El corazón se le salta
cuando oye hablar, y después
mira..., mira... y casi falta
la tierra bajo sus pies.
¡Ay! Si ya a vuestra inocencia
no desfloró la experiencia,
no miréis por el anteojo
del rayo de luz que cabe
por el ojo,
por el ojo de la llave.

Desde que a mirar empieza,
de un volcán la ebullición
sube a encender su cabeza,
va a inflamar su corazón.
Claro, el ser que piensa y siente
siempre, cual ella, en la frente
tendrá del pudor el rojo
cuando de mirar acabe
por el ojo,
por el ojo de la llave.

De aquel anteojo a merced
mira más..., y más... y más...
y luego siente esa sed
que no se apaga jamás.
Mas ¿qué ve tras de la puerta
que tanto su sed despierta?
¿Qué? Que, a pesar del cerrojo,
ve de la vida la clave
por el ojo,
por el ojo de la llave.

Haciendo al peligro cara,
ve caer su ingenuidad
la barrera que separa
la ilusión de la verdad.
Pero ¿qué ha visto, señor?
Yo sólo diré al lector
que no hallará más que enojo
todo el que la vista clave
por el ojo,
por el ojo de la llave.

Siguen sus ojos mirando
que habla un hombre a una mujer,
y van su cuerpo inundando
oleadas de placer.
Su amiga, de gracia llena,
¿no es muy buena? ¡Ah!, ¡sí, muy buena!...
Pero ¿hay alguien cuyo arrojo
de ser mirado se alabe
por el ojo,
por el ojo de la llave?


__________________________El ojo de la llave (parte I)
__________________________Ramón de Campoamor

domingo, 27 de septiembre de 2009

Dos-cientos + seis

Própositos Vanos - Ramón de Campoamor

LA PENITENTE
- Padre, pequé, y perdonad
si en mi amorosa contienda
se lleva el viento, a mi edad,
propósitos de la enmienda.

EL CONFESOR
- ¡Siempre es viento
a esa edad un juramento!
¿Qué pecado es, hija mía?

LA PENITENTE
- El mismo del otro día.
Y, aunque es el mismo, id templando
vuestro gesto,
pues dijo ayer predicando
fray Modesto,
que es inútil la más pura
contrición,
si abona nuestra ternura
flaquezas del corazón.
Ayer, padre, por ejemplo,
tocó a misa el sacristán,
y en vez de correr al templo
corrí a la huerta con Juan.

EL CONFESOR
- ¡Triste don,
correr tras su perdición!...
LA PENITENTE
- Si, señor; mas don tan vil,
de mil, lo tenemos mil.
No hay niña que a amor no acuda
más que a misa;
que el diantre a todas, sin duda,
nos avisa
que es inútil la más pura
contrición,
si abona nuestra ternura
flaquezas del corazón.
La verdad, tan poco ingrata
con Juan estuve en la huerta,
que, como él mirando mata,
huí de él... como una muerta.

EL CONFESOR
- ¡Dulcemente
fascina así la serpiente!
LA PENITENTE
- No lo extrañéis, siendo el pecho
de masa tan frágil hecho.
Si voy, cuando muera, al cielo
(que lo dudo),
ya contaré que en el suelo
nunca pudo
sernos útil la más pura
contrición,
si abona nuestra ternura
flaquezas del corazón.
Y mañana ¿qué he de hacer,
padre, al sonar la campana,
si él me dice hoy, como ayer:
"Vuelve a la huerta mañana"?

EL CONFESOR
- ¡Ay de vos!
¡Antes Dios y siempre Dios!

LA PENITENTE
- Es cierto, mas entre amantes
no siempre suele ser antes.
Y, en fin, si de ser cautiva
me arrepiento,
o me absolvéis mientras viva,
o presiento
que es inútil la más pura
contrición
si abona nuestra ternura
flaquezas del corazón.


______________Própositos Vanos
______________Ramón de Campoamor

jueves, 24 de septiembre de 2009

Dos-cientos + cinco

La orgía - José Zorrilla

La sombra nos cobija
con su tapiz de duelo:
cansado ya del cielo
el sol se hundió en la mar.
El mundo duerme imbécil,
vacilan las estrellas;
en torno a las botellas
venid a delirar.



Venid niñas sedientas
de libertad y amores,
que fiestas y licores
dan libertad y amor.
Húmedos de esperanza
traed los ojos bellos,
sin trenzas los cabellos,
la frente sin rubor.

La vida es una farsa
hipócrita y demente,
y el mundo indiferente
se cansa del placer;
el mundo se ha dormido;
romped vuestros papeles,
dejad los oropeles
que vano os prestó ayer.

Dejad de esa comedia
el torpe fingimiento,
ahogad el preso aliento
con larga libación.
La sombra, si ese cielo
su luz tiende importuna,
envolverá la luna
en tocas de crespón.

¡Oh!, lejos de los ojos
de la curiosa plebe,
la copa en que se bebe
nos abre un ancho Edén;
el fondo cristalino
las luces multiplica,
y de vapores rica
perfuma nuestra sien.


Los labios desfrenados,
la lengua desatada,
en larga carcajada
prorrumpen sin cesar.
La lumbre de los ojos
inquieta y licenciosa,
los ojos de una hermosa
se afana en reflejar.

Venid a los festines
avaras de placeres,
que el cielo en las mujeres
atesoró el placer.
Venid, niñas, sin cuitas
desnudo el albo seno,
porque quiero el veneno
de vuestro amor beber-
[...]
De cada ardiente beso
el lúbrico estallido
rasgará el sostenido
murmullo bacanal;
como reloj deshecho
que sin marcar las horas,
sacude las sonoras
campanas de metal.

El mundo duerme, niñas,
bebamos y cantemos,
que más no sacaremos
del mundo engañador;
húmedos de esperanza
traed los ojos bellos,
sin trenzas los cabellos,
la frente sin rubor.

Venid, y mal prendidos
los velos y los chales,
prodiguen liberales
la luz de vuestra tez:
los ondulantes rizos
flotando por la espalda,
la mal ceñida falda
mintiendo desnudez.

Y las de negros ojos
que ostenten su mirada
altiva, enamorada,
con infernal pasión,
y las rubias ostenten
sin máscaras de tules,
las pupilas azules,
y rojo el corazón.

La noche se desliza,
su llama el sol enciende,
el día nos sorprende,
va el mundo a despertar.
¡Cantemos y bebamos,
que cuando venga el día
el sueño de la orgía
le volverá a apagar!



_______________________La orgía
_______________________José Zorrilla

martes, 22 de septiembre de 2009

Dos-cientos + cuatro

Obsenidad

Obsenidad:

La obsenidad desinga una manifestación que se desarrolla en el plano social, y abarca el terreno del lenguaje, del gesto, de la expresión. En el lenguaje comprende los términos considerados tabúes, que son todos los de la esfera sexual.
Se prentende que lesiona u ofende una vaga muralla de pulcritud social que suele denominarse decoro. Representa siempre un acto de agresión y su consecuencia es el estupor, el shock, la indignación del agredido.


________________PELLEGRINI, Aldo. "Lo erótico como sagrado" en D.H. Laerence y Henry Miller. Pornografía y obsenidad. 2da ed., Estudio preliminar, trad., y notas de Aldo Pellegrini, Ed. Argonauta, Argentina, (c2003), p. 12

domingo, 20 de septiembre de 2009

Dos-cientos + tres

Soneto XXIII - Garcilaso de la Vega

En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera,
por no hacer mudanza en su costumbre.

____________________Soneto XXIII
____________________Garcilaso de la Vega

viernes, 18 de septiembre de 2009

En la memoria de una pervertida

Recomendación

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  • Café brazil - Tanja Dückers
  • La huida - Anaïs Nin
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