domingo, 10 de mayo de 2009

- Ángeles Mastreta

Luego, caminó despacio a tocar su cuerpo, único amuleto que ella necesitaba para soportarse, y lo abrazó hasta la impredecible luz del día siguiente.

______________________Mal de amores
______________________Ángeles Mastreta

En la memoria de una pervertida

Recomendación

Cuentos voluptuosos

  • Café brazil - Tanja Dückers
  • La huida - Anaïs Nin
  • Lina - Anaïs Nin
  • Rito - Juan García Ponce
  • Tu más profunda piel - Julio Cortázar

La literatura en el cine

Cine sexualmente cómico