lunes, 25 de mayo de 2009

- H. Rider Haggard

Con un movimiento rápido, Ayesha se despojó de su ropa y aflojó la serpiente dorada de su muñeca.

_______________H. Rider Haggard

En la memoria de una pervertida

Recomendación

Cuentos voluptuosos

  • Café brazil - Tanja Dückers
  • La huida - Anaïs Nin
  • Lina - Anaïs Nin
  • Rito - Juan García Ponce
  • Tu más profunda piel - Julio Cortázar

La literatura en el cine

Cine sexualmente cómico